Él era hijo de un Ángel y yo solo era un Demonio que disfrutaba pasear por las nubes y reirse de ellas. Pasaba justo por alli cuando lo encontré tocando melodias sagradas con su piano de cenizas. Él era lo más hermoso que pude haber visto con mis ojos endiablados.
2 comentarios:
Jajaja, muchas gracias.
Un abrazo :)
una vez mas me gusta, y mucho. definitivamente, te sigo
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